Artistas canadienses como Avril Lavigne y Sarah McLachlan han creado una organización llamada Canadian Music Creators Coalition , que busca obtener la verdadera opinión de los artistas sobre las actividades de las organizaciones de derechos de autor.
El CMCC está unido bajo tres principios clave:
1. Perder a nuestros admiradores es destructivo e hipócrita. Los artistas no quieren demandar a los fanáticos de la música. Las etiquetas han demandado a nuestros fanáticos contra la voluntad de los artistas, y las leyes que permiten estos trajes no pueden justificarse en nombres de artistas.
2. Las cerraduras digitales son arriesgadas y contraproducentes. Los artistas no admiten el uso de Digital Locks para aumentar el control de las etiquetas sobre la distribución, el uso y el disfrute de la música o las leyes que prohíben la elusión de tales medidas tecnológicas. Los consumidores deberían poder transferir la música que compran a otros formatos bajo un derecho de uso justo, sin tener que pagar dos veces.
3. La política cultural debería apoyar a los artistas canadienses reales. La gran mayoría de la nueva música canadiense no es promocionada por las principales discográficas, que se centran principalmente en artistas extranjeros. El gobierno debería usar otras herramientas políticas para apoyar a los artistas canadienses reales y una escena musical y cultural próspera.